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Ingeniosa, seductora y deliciosamente siniestra, Quills es un retrato preciso de
la obsesión apasionada y la dinámica de la moralidad, la libertad de expresión y sus
consecuencias.
Philip Kaufam (The Right Stuff, The Unbearable Lightness of Being, Henry & June)
dirige esta película escrita por Doug Adams.
Desterrado de París a un aislado asilo mental, el Marqués de Sade (Geoffrey Rush)
cuyas obras transgresoras cambiaron el lenguaje de la sexualidad y la literatura, sigue
amenazando la moral conservadora de la Francia de Napoleón, sacando de contrabando del
asilo sus atrevidos manuscritos con la ayuda de lo joven doncella Madeleine Le Clerc (Kate
Winslet).
El joven sacerdote del asilo, Abbe de Coulmier (Joaquin Phoenix) trata caritativamente
de rehabilitar el alma perdida del Marqués mientras intenta mantener a Madeleine
lejos del Marqués y de él mismo.
Durante los interminables días y noches en el asilo, los dos hombres tratan de
tolerarse mutuamente, pero ninguno de los dos podrá admitir el secreto que tienen en
común - sus sentimientos por Madeleine. Los tres formarán un triángulo amoroso poco
probable y peligroso que será la prueba de fuego de la santidad del sacerdote y de la ira
del Marqués.
Totalmente consciente de la debilidad humana, el Marqués se aprovechará de la caridad
de Coulmier y de la inocencia de Madeleine. Pero la joven mujer tendrá sus propias
razones para desafiar sus órdenes y la fe de Coulmier será más fuerte de lo que el
Marqués imaginaba.
Mientras que en toda Francia, la popularidad del Marqués se mantiene intacta, el
notorio y brillante Dr. Royer- Collard (Michael Cane) es contratado para "curar"
al insaciable escritor y para supervisar a de Coulmier. Royer Collard y de Collieur
formarán una alianza poco amigable para sofocar la irreverente obra del Marqués y
mejorar la imagen del asilo. Pero el Marqués no puede, ni querrá que lo callen, y
Madeleine rechazará ser controlada. Cuanto más Royer Collard y de Coulmier tratan de
censurar, más se complicarán las cosas en esta extraordinaria batalla de voluntades
entre la juventud y la vejez, la inocencia y la mala voluntad derramados por los
perturbadores pasillos del asilo.
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